Cultura de Bolsillo: CALETA BUENA, EL SUEÑO DE HUMBERSTONE.

En 1885 la Provincia de Tarapacá habia pasado a ser posesion chilena y con ello las Oficinas salitreras. Habia que procesar el producto, lo que ya se habia hecho por manos chilenas y transportarlo. Ya en 1881 james Humberstone habia diseñado los primeros funiculares para bajar el mineral que fueron construidos por la empresa Campbell &Jones y eran carros que rodaban en dos líneas de 76 cm de trocha y bajaban aprovechando la gravedad de la altura de 750 m..
Posteriormente, se instalaron líneas con estaciones intermedias, y utilizando las diferentes pendientes (de 25° a 35°) se construyó carreras con geometría cóncavas y convexas, para aprovechar la inercia en la partida y la desaceleración al llegar a la estación del bajo. Los carros alcanzaban velocidades de hasta 20 km/h y podía operar 20 carros de 50 quintales cada uno, por hora, con una capacidad de movilización de hasta 2.000 ton/día distribuidos en los tres muelles, que contaban con pescantes a vapor, para cargar los barcos.
Para el funcionamiento del funicular se construyo una estacion que operaba los volantes y maquinaria que estaba arriba : Alto de Caleta Buena y el pueblo de Baja Caleta Buena con las instalaciones portuarias.
La operacion de los carros presentaba riesgos y hubo serios accidentes con victimas fatales en 1895, 1905 y 1908, pero con el tiempo se mejoro se hizo mas seguro el proceso.
Hacia 1906 había una gran variedad de establecimientos comerciales en Caleta Buena, entre las que se contaban 9 almacenes de abarrotes, 3 de mercaderías surtidas, 2 boticas, 6 fondas, una carnicería, una panadería, una relojería, una zapatería, un consultorio médico y un agente de aduana.
El 10 de febrero de 1929 los vecinos de caleta Buena baja celebraban la inauguración del cine, en el teatro; cerca de las 16 horas, la película se inflamó y el fuego se propagó hacia el pueblo destruyendolo casi por completo.
Caleta Buena fue reconstruida parcialmente, sin embargo, el cierre de actividades de la oficina Agua Santa fue paralizando las faenas salitreras en 1936 y le quitó casi toda su actividad y su población migró. La fatalidad continuó y en 1940 un aluvión destrozó el poblado del alto y sepultó lo que quedaba en la costa.
En 1945, se levantaron las líneas que la conectaban con el Alto de Caleta Buena, poniéndole la lápida a lo que fue este importante puerto salitrero, del norte del país y su fascinante historia.