Cultura de Bolsillo: COBIJA, AL NORTE DEL OLVIDO

Cobija, antiguo puerto boliviano es el lugar donde las almas olvidadas se reunen a deambular sibilantes la escasas callejuelas que hace mucho dejaron de existir. Unas instalaciones en ruinas que han plantado sus piedras y rocas negruzcas. El cementerio que es lo más nuevo de Cobija. En su herrumbrosa reja campea un "1901", los jotes enseñorean los viejos muros de adobe gastados por el viento y una infrecuente lluvia. Cobija es el lugar más solo de la tierra. El mar golpea su soledad invisible y el viento se cuela por rendijas de los muros lavados por el tiempo. Las cruces tambalean por el peso de los buitres que se paran en ellas a mirar el océano. El lamento ululante y humilde de almas solitarias que quedaron allí, traspasan el umbral de lo posible. ( Li wi Pat)

En 1857 tenía una población de alrededor de 1.000 habitantes e inclusive una planta de desalinización de agua de mar, propiedad de José Santos Ossa. Desde aquí se organizaron numerosas expediciones, entre otras, la que descubrió plata en el mineral de Caracoles en 1870.
Fue afectada por el terremoto de 1868, que destruyó la mitad de los edificios, y por la epidemia de fiebre amarilla de 1869. El terremoto con tsunami de 1877, que afectó a todas los localidades del litoral boliviano, destruyó las edificaciones que ocupaban las dos terceras partes de la población, por lo que las autoridades bolivianas del Departamento se trasladaron a Antofagasta, que había adquirido una gran importancia en ese entonces y que fue ocupada por las tropas chilenas, durante la Guerra del Pacífico, en 1879. Hacia 1885 Cobija sólo tenía 429 habitantes. En 1907 fue definitivamente bandonado.